«Hagan lo que él les diga» (Jn 2, 5). Con esta declaración de fe de María, la Madre de Jesús, a los siervos en el banquete de bodas de Caná, tuvo lugar nuestra solemne Celebración de la Santa Misa durante la cual don Mauricio Sangaletti se hizo sacerdote, 30 de octubre del 2021. Su lema sacerdotal tomado de la cita anterior nos muestra la voluntad de nuestro nuevo sacerdote de dedicarse enteramente al servicio de Dios en la Iglesia al servicio de sus hermanos. Sí, porque cada vocación tiene siempre una dirección comunitaria. Nadie se ordena sólo para sí mismo, pero para estar disponible dondequiera que la obediencia lo envía.
Incluso dentro de los límites impuestos por la pandemia, con un número limitado de fieles, la celebración fue un acontecimiento maravilloso y único en la iglesia de São Marcos, en Curitiba, que fue administrada y servida por nuestra amada congregación. Todo se ha desarrollado con gran serenidad y piedad por parte de todos los participantes. Mons. Mario Márquez, el obispo ordenante, rodeado por los diez sacerdotes presentes, puso de relieve en su homilía la belleza de la Vocación Sacerdotal, sino también el compromiso de fidelidad y entrega que se exige a todos los que se ponen a disposición de esta gran vocación: el sacerdocio ministerial.
Sólo podemos alabar a Dios por el don de la vocación del P. Mauricio y por su misión en nuestra Congregación de los Misioneros Siervos de los Pobres. Felicitaciones padre Mauricio, felicitaciones a tu familia, en la persona de tu madre, la señora Neusa, y a tus hermanos y también a tu padre, ya fallecido. Felicitaciones a toda la Iglesia. Y felicitaciones a todos nosotros, Siervos de los Pobres, por esta ordenación sacerdotal. » Tú eres sacerdote para siempre según la orden de Melquisedec» (Heb 5, 6).
P. Mauro Zandoná, S.d.P.
